Proyecto de Reforestación
El proyecto de reforestación planteado en Catanga nace de las inquietudes de aquellos jóvenes que hace unos 25 años promovimos la reforestación del paraje de la Mesa del Junquillo, en Gran Canaria, plantando unos 7.000 pinos, involucrando al ejército, que aportó un helicóptero, al Cabildo de Gran Canaria, a la prensa, y a un nutrido número de voluntarios. Con el tiempo comprobamos que la totalidad de los árboles plantados se habían perdido, por lo que aprendimos de nuestros errores, y ahora, bien formados estamos dispuestos a que la historia no se vuelva a repetir y a contarla a cualquiera que quiera aprender de nuestra experiencia.
Catanga supone la creación de un corredor verde y de núcleos de dispersión en la zona sur de la Isla de Gran Canaria, que va desde el centro de la isla hasta la costa. La primera fase del proyecto cubre una extensión aproximada de 30,35 ha.
Las condiciones de aridez extrema y déficit hídrico prolongado que caracterizan esta zona (años hidrológicos por debajo de los 200 mm/anuales) han contribuido a su desertificación, además hay que sumar la deforestación continuada que comenzó hace 500 años, con la construcción y abastecimiento de los barcos que partían desde la Península hacia América y que paraban en Canarias, el abastecimiento de madera de la población y la preparación de zonas de cultivo intensivo de tomate que fueron abandonadas hace unos 40 años.
La primera y más esencial actuación consiste en la inversión y ejecución del proyecto de rehabilitación y mejora de infraestructuras hídricas necesarias para asegurar el suministro de agua para riego de las plantaciones. Por las características climáticas de la zona y el estado actual del suelo, el “bosque” a implantar requiere de riegos de establecimiento y apoyo para su supervivencia, al menos durante los cinco primeros años. Aplicamos los principios de economía circular, reciclado y educación medioambiental.
La finca, que consta de 8 millones de metros cuadrados, y titularidad de un solo propietario, dispone de unos pozos. Con la venta de agua a los hoteles próximos en la costa pagamos los costes iniciales de proyecto, solicitud de licencias, investigación y desarrollo, instalación de viveros, etc. Este importe es insuficiente para ejecutar el resto del proyecto.
El agua que usan los hoteles se trata en una depuradora que en la actualidad se vierte al mar.
Por este motivo, necesitamos añadir una tercera fase de depuración para que el efluente cumpla con los criterios de calidad establecidos por el Real Decreto 1620/2007 y pueda ser aprovechado para uso forestal, agrícola y recarga del acuífero.
Esta agua tendrá que ser bombeada a una altura de unos 600 metros, en un primer tramo de 400 metros y uno segundo, a unos 200 metros más, hasta la cabecera del bosque mediante un sistema de tuberías presurizadas. El agua también será utilizada para crear zonas de nidificación para las aves migratorias y mejora del hábitat para la fauna silvestre local.